sábado, 26 de septiembre de 2009

NO SABES LO QUE TIENES HASTA QUE LO PIERDES...


Muchas veces no apreciamos las cosas que tenemos a nuestro alrededor porque pensamos que siempre van a estar ahí, que nos van a apoyar siempre, que estarán para lo bueno y lo malo. Pero no es así y, cuando más lo notas, es cuando se van. Sientes que te falta esa persona a la que tú no dabas importancia y que veías todos los dias y ya ni saludabas.

Es algo muy triste, pero hay personas que sólo están una parte de tu vida para enseñarte algo. Se van y ya no vuelves a saber de ellas, pero te gustaría darles las gracias, decirles que ha sido una persona fundamental para tu educación. Te gustaría seguir hablando con él/ella y ya no como alumno y profesor, sino como amigos que se conocieron por casualidad y que te ayudaron, te aconsejaron, te reias con ellos.

La mayoría de las veces esto no ocurre y sólo se queda en el corazón de una persona que, por timidez u otras miles de cosas, no dijeron en el momento oportuno y guardan el cajon de "cosas que me hubieran gustado decir". Y aunque sea demasiado tarde para decirle a algunas personas que las quieres, porque ya están lejos de ese lugar en el que tú los conocistes, sólo me queda mandarles un beso y decirles que les deseo lo mejor. Que gracias por todo y que me gustaria ser una de esas pocas personas considerada como amigo.

María R.L.(alumna de 4ª ahora).


En especial para Lidia y Rafa, y todos aquellos profesores que se fueron y ya no sé nada de ellos. Un Beso.

martes, 15 de septiembre de 2009

Femenina serenidad.

Muñeca discreta de sonrisa eterna y firme, personalidad retorcida en tus tacones seguros, matemática y maestra, compañera y cercana. Un espacio abierto que deja este blog para los que no vemos todos los días pero que comparten ese otro mundo posible que son las letras.
Tu compañera.
María Ruiz

Cuando nos saludes desde El Parnaso

A lo largo de nuestra vida todos elegimos caminos que nos cruzan con personas, que nos acercan a lugares, que nos sitúan en momentos, diversos, múltiples. Hay situaciones amplias y de divergentes colores a lo largo de una vida, hay épocas, años, vidas, otra vez, y personas que las llena, que eso, llenan y no olvidas.
La generosidad, ayuda, nobleza, desinterés , amabilidad y que duda cabe, como consecuencia, autenticidad de mi compañero Rafael Roblás, director, de este espacio que nos ha permitido, desahogarnos, desquitarnos, desnudarnos…, su autenticidad, decía, es un bien escaso y casi ñoño que comienza a apolillarse acostumbrados ya o otros valores…. y un largo etc también múltiple y diferente.
Luego hay algo llamado empeño, constancia, esencia; palabras, pesadas, pasadas y difíciles que en alguna persona son insignias e incluso apellidos. Decía nuestro vecino Lorca, que era poeta por gracia de Dios o del Demonio, pero también por la constancia, la técnica, o el conocimiento, por esa práctica y esfuerzo que lleva al intelectual a rellenar esta difícil palabra.
El compañero que hoy despedimos es, para este centro, un título personal, una firma, o cuanto menos, lo es para la que, con más o menos acierto…, con más o menos corrección y pluma, garabatea este epílogo. Con su pérdida se pierde más que se gana, pero en eso consiste la vida: ¿No creéis?
Hasta pronto compañero.

MRC.

domingo, 13 de septiembre de 2009

Buhonera

No es malo que el hombre esté solo.
Mi abuela Enriqueta me decía siempre lo mismo cada vez que nos hacíamos a la mar. Sonreía pequeña, aún siendo, yo pequeño, ella me lo parecía, sus manos suaves y menudas me enroscaban los rizos mientras miraba al mar.
Nunca es malo que el hombre esté solo, besaba a mi padre para despedirlo. Mi padre decía que su madre era un pescador- comerciante, un arriero y una buhonera, todo junto tras su peineta de domingo y mantilla. Mi abuela cruzó los caminos con su pescado hasta Granada desde Almería para cambiarlo por aceite y, como polizón, solía colarse en el barco de su padre para navegar. Mi abuela remendaba redes como un hombre y aguantaba la soledad indecisa, cargada de incertidumbre, como mujer. Bordaba y aparejaba el mulo, caminaba, remendaba y esperaba quieta mientras las olas del mar susurraban nuestro destino.

martes, 8 de septiembre de 2009

SÓLO HASTA LUEGO

La vida se llena de destellos, destellos que lucen en forma de palabras que acarician el corazón. No deja de encogerse el alma cuando te despides de una mirada, un gesto, una sonrisa que te ha acompañado algún tiempo. Y es que el corazón no sólo reacciona ante el amor apasionado, también lo hace cuando te sacuden con un abrazo, una sonrisa cálida o una palabra acertada.

Poco a poco vas dejando atrás esos pequeños destellos que aparecen en tu vida, pero no deben caer en el olvido. Al fin y al cabo, cada uno de nosotros nos enriquecemos con lo que nos rodea. Si sabes reconocer esa luz en una mirada sabrás rodearte de aquellos que irán llenando tu vida de calor.
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Y llegan las despedidas pero el corazón no queda vacío sino un poco más rico gracias al cariño de aquellos que supieron sonreírte y acariciarte con sus palabras. Ahora sólo queda esperar que no fuera un espejismo y que no se trate de un “adiós” sino de un simple “hasta luego”.

Siempre resulta extraño irse sin una despedida… vienen a mi mente muchos momentos con todos vosotros, desde el primer día de clase hasta el último. Da la sensación de que un profesor está deseando perder de vista a sus alumnos y viceversa… puedo asegurar que no es así, al menos por la parte que me toca. Sólo espero que algo quede en vuestras mentes de todo lo que pude decir a lo largo del año, os aseguro que mis intenciones fueron buenas.

Hasta luego chicos…y chicas… que la vida os abra camino en el que encontréis todo cuanto necesitáis para ser felices.
Lydia García López