sábado, 30 de mayo de 2009

AY, AMOR...


Ay amor, tú que me dijiste que me querías, que sin mí no vivías, que soy el perfume de los perfumes, que soy la estrella que ilumina tu mirada y el alba de tus mañanas. Ahora descubro que no soy nada para ti, que todas esas cosas tan bellas que me decías no eran verdad o, a lo mejor, lo eran, pero me haces pensar lo contrario.

Amor, me has roto el corazón en mil pedazos, ya no tengo razón de vivir. Sin ti es como si me faltase el aire. Tú eres el sol que ilumina mis días, la estrella que ilumina mi ventana cuando no te puedo ver. Te quiero tanto que no tengo palabras para expresarte cuánto siento por ti. Te quiero tanto que lo que siento por ti no me cabe en el pecho. El corazón me grita que te diga cuánto te quiero, pero no puedo. Tú me fallaste, me engañaste, me decepcionaste.

Cuando te veo no sé qué hacer. Mi mente se queda en blanco, mi cuerpo se inmoviliza, el aliento se me va y, si te tengo cerca, tengo ganas de abrazarte, de besarte, de que te quedes conmigo toda la eternidad, pero eso es casi imposible y me tengo que conformar con una sonrisa y una mirada tuya, que eso llena todo mi ser.

Lidia Gaspar Donquem 3ºC

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